Las elecciones de 1973 en Argentina no eran solo el retorno a la democracia, sino también el regreso del peronismo al juego electoral. El partido necesitaba reorganizarse a lo largo de todo el país. Prohibido de participar en las elecciones, Perón dibuja las principales candidaturas para todos los distritos. La provincia de Santa Fe nunca fue fácil para el General. En una jugada inesperada, designa a un candidato extrapartidario, tras lo cual se producen rupturas y realineamientos internos. El peronismo rápidamente se convierte en un escenario de disputas entre la juventud que conduce Montoneros y la estructura sindical, a lo que se sumará el lopezrreguismo. En este contexto, que incluye los sucesos de Ezeiza, la renuncia de Cámpora, el retorno y muerte de Perón y la sucesión de su esposa Isabel, la provincia de Santa Fe le suma el enfrentamiento entre el vicegobernador y el primer mandatario provincial, en sintonía con lo acontecido en otros espacios subnacionales. La historia política no supone ignorar los aspectos sociales, económicos, ni culturales; por el contrario, el autor indaga en ellos para tratar de comprender este tiempo crucial del país, desde una perspectiva que tiene como epicentro a Santa Fe y al movimiento de masas más grande de Argentina.