La infraestructura urbana, su disponibilidad, accesibilidad y sentido expone, claramente, el mundo de signos, deseos, posibilidades, frustraciones, restricciones expresivas, oportunidades de inserción social en un momento determinado. Pero especialmente es la vivienda, dentro de la infraestructura urbana, su localización y relación espacial con el centro urbano, los centros de consumo, trabajo, recreación, etc., aquello que permite apreciar mejor la simbología e ideología urbana. Pues, la vivienda no es un elemento neutral, sino que posee una importante carga de condicionamiento y control; al tiempo que refleja, un mundo de signos, deseos y frustraciones. Esta condición de la casa como algo no sólo material, sino también simbólicamente e ideológicamente constituido, la pone en inmediata conexión con la estructura social y espacial. En consecuencia, ello importa un análisis sobre el imaginario social, las relaciones de poder y las formas de dominación y resistencia que a partir de las intervenciones del Estado organizan el espacio. Adoptando esta perspectiva, como punto de abordaje compartido, el presente trabajo explora y ahonda una pluralidad de hallazgos que hacen de cada uno de los textos, una apertura particular al problema del espacio y la vivienda; al tiempo que reivindica la diversidad como arcilla desde la cual construir los cimientos comunes de un grupo de trabajo que se pretende crítico y abierto a la crítica.