La grieta es la imagen de la posibilidad escondida en la imposibilidad. Una fisura en aquello que ha sido programado como regulada homogeneidad. Una grieta es siempre una creación tercera: nace de condiciones dadas, pero solo existe como su negación. En este sentido, es abismo y es presencia, es la alteridad irrumpiendo en la mismidad. Si pensamos en una espacialidad para la emergencia de lo político en el arte, vemos que a diferencia de los espacios -dados- al arte, el espacio para una práctica artística política se abre en las grietas mismas de la institución-arte; es un espacio contingente a sus condiciones de existencia, a sus deseos y subjetividades.
Artista visual e investigadora. Estudiante de Doctorado en Estudios Latinoamericanos en el Departamento de Lenguas y Literaturas Romances de la Universidad de Michigan.
Maestra en Artes Visuales de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, cursó la Licenciatura en Artes Plásticas (I.U.N.A), Buenos Aires. Premio Nacional de Arte en Colombia 2009: Nuevas Prácticas en Artes Visuales, Ministerio de Cultura. Ha realizado proyectos artísticos en Colombia y Estados Unidos en los cuales explora las relaciones existentes y posibles entre prácticas comunitarias y procesos de representación colectiva.
Actualmente su investigación interroga las articulaciones entre el espacio político, la crisis de la soberanía y el arte contemporáneo en Latinoamérica.