Mayr trata en esta obra problemas fundamentales para quienes se ocupan de la historia y la filosofía de la biología, y para todos aquellos interesados en la filosofía de la ciencia. Con la claridad y la elegancia que lo caracterizan, demuestra que la biología es una ciencia autónoma y no una rama de la ciencia física; muestra cuánto ha influido Darwin sobre el pensamiento moderno, además de haber fundado la ciencia secular y la ciencia evolutiva; sostiene en forma convincente que la teoría de Kuhn acerca de las revoluciones científicas no se aplica a los cambios en las teorías biológicas y despliega un panorama altamente original de la evolución humana.