El libro abriga la pretensión de abordar tanto la dimensioón político-criminal de los problemas medioambientales como técnica legislativa del derecho penal del medio ambiente, como, en fin y fundamentalmente, los principales retos que éste genera a la dogmática de la teoría del delito. Esta última es, seguramente, la parte más extensa del libro, pues examina las formas de imputación individual y colectiva, las estructuras y atribución de responsabilidad a los superiores jerárquicos de las empresas y a los funcionarios públicos encargados del control medioambiental. (Jesús María Silva Sánchez, del Prólogo)