-La legalidad es condición de libertad. Sin certeza del derecho no puede existir libertad política-. Frente al -espantoso caos de un mundo en ruinas-, en el terrible invierno de 1943-1944, Piero Calamandrei comprendió cómo toda esperanza de -resurgimiento duradero- tenía que fundarse sobre el restablecimiento del principio de legalidad como -método de gobierno-. Si el fascismo había sido el régimen de la ilegalidad desplegada, una legalidad republicana no solo debía ser considerada fundamento esencial de la libertad, sino que tendría que ser también -una legalidad capaz de modificar todas las leyes menos las puestas a priori como condiciones necesarias para el respeto de la libertad-.