Los tres trabajos que aparecen aquí por primera vez en forma conjunta tienen, como normalmente sucede en estas ediciones, un hilo conductor. Se trata de mostrar, por diversos andariveles, que existe una relación condicionante entre los principios constitucionales que informan el derecho penal sustantivo y el modelo teórico que rige a la imputación penal en la teoría del delito. Una teoría del delito que prescinda de su origen constitucional (ya sea este origen cronológico o metodológico) se vuelve un instrumento sin capacidad de otorgar legitimidad a la decisión de adjudicación de una pena. (El autor, Prólogo)