A partir de su origen romanístico, la institución de la consignación sufre una evolución en su régimen jurídico que se prolonga básicamente hasta la codificación desde su contexto histórico jurídico primigenio hasta su proyección en el ordenamiento español. La actual consignación en derecho se conforma como una institución clásica del derecho civil que, regulada en su redacción originaria en el Código español, ha permanecido inalterada hasta nuestros días. A pesar de su trascendencia práctica, ha sido objeto de una insuficiente atención por parte la doctrina española, lo que contrasta con la relevancia que se le ha reconocido en otros países de su entorno.