En la vida económica, tributaria, administrativa y judicial de cualquier país se están utilizando constantemente miles de valores de mercado de obras u objetos de arte. En algunos supuestos, como puros datos de referencia a partir de los cuales negociar una venta o una compra, pactar una repartición de patrimonio o fijar el valor de inicio de una subasta. En otros, como valores que influyen o determinan, por ejemplo, la liquidación de numerosos impuestos; la concesión de beneficios fiscales; el pago de impuestos mediante la dación de obras de arte; el pago de indemnizaciones judiciales y extrajudiciales por robos, pérdidas o daños; etc.