A nivel global, el año 2020 nos sorprendió a todos. Antes, la historia venía transcurriendo en medio de sus convulsiones y, a veces, de sus avances, en términos de lo que podríamos considerar condiciones normales: conflictos políticos, movimientos sociales, avances de la economía en términos inestables y desiguales, búsqueda de nuevas respuestas culturales o contraculturales, etc. La pandemia provocó una de las crisis más graves de los tiempos modernos. Los desarrollos en tecnología, de la cuarta revolución industrial, de la inteligencia artificial, han sido incapaces de frenar las consecuencias epidemiológicas y sus serias repercusiones en la vida económica. Rápidamente, gran parte de la humanidad ha retrocedido dos o más décadas. Para muchos, es la oportunidad para reinventar el pasado; para otros, la búsqueda de un nuevo sistema global; para la mayoría solo la perplejidad e incertidumbre. ¿Qué pasará? No lo sabemos, pero al menos existen, entre otras situaciones, dos realidades que serán fundamentales en las relaciones sociales por venir: por una parte, las desigualdades ya conocidas no desaparecerán, posiblemente surgirán otras nuevas. Frente a ellas, las libertades individuales y colectivas se harán más débiles y frágiles. Estado y mercado seguirán compitiendo por la hegemonía. Los contenidos del libro buscan dar mayores luces sobre las discusiones pertinentes y hacer presente que la sociedad es el tercer actor del futuro y que también debe tomar su rol a partir de la defensa de lo que considere el mejor sistema de sociabilidad posible.