En medio de la efervescencia teológica que caracterizó el período del Segundo Templo, la apocalíptica destaca tanto por su influjo en el judaísmo rabínico y en el cristianismo primitivo como por la centralidad que adquiere en su discurso la temática escatológica. Este libro examina el contexto histórico-cultural de la apocalíptica judía, las características fundamentales que vertebran este movimiento y su relación con otras religiones del Próximo Oriente. Aborda, asimismo, cuestiones de cadencia filosófica latentes en sus escritos más señalados, como el problema del determinismo histórico y la dialéctica entre inmanencia y trascendencia en la imagen de Dios.