En el siglo XXI la integración no es ya una opción ideológica sino una auténtica necesidad si se pretende mantener un cierto grado de autonomía, de presencia, y de influencia en la gobernanza global. América del Sur cuenta con los mimbres para construir un efectivo proceso de integración: coherencia geográfica, valores compartidos, historia y cultura común, etc. Y aunque esta integración es una historia de fracasos, su necesidad plantea la cuestión ya no en términos de oportunidad política, sino de eficacia y construcción de los mejores instrumentos de integración. Puestas así las cosas, esta obra examina si UNASUR es el instrumento adecuado para llevar a buen fin esta integración.