Crítico del dominio de la ideología del crecimiento y la acumulación, Gorz desplegó la crítica del capitalismo como denuncia del imperio de la razón económica, ampliando los motivos y la gramática del pensamiento crítico hacia los modelos de desarrollo, consumo, civilización, y de producción y reproducción de la vida en nuevos ámbitos. Acuñó y teorizó la idea de la «invención del trabajo», desarrollando la propuesta de la «sociedad postsalarial», una utopía concreta por la reducción de la auto-organización del tiempo de trabajo asalariado, refractaria al dominio del capital sobre la autonomía individual y colectiva.