La historia del movimiento vecinal sintetiza la construcción de la ciudadanía en la España de los últimos cuarenta años. Surgidas al calor de la lucha por conseguir unas condiciones de vida dignas y por superar la represión ejercida por el régimen franquista, las asociaciones de vecinos adquirieron pronto un perfil democrático y participativo de notable éxito social, sobre todo en grandes ciudades como Madrid y Barcelona. Su contribución como “escuelas de ciudadanía” ha quedado, sin embargo, marginada de los relatos oficiales de la transición.