Marbella, Córdoba o Barcelona no son iguales. Evidentemente, su tamaño, morfología urbana, diversidad étnica o su composición social las diferencian. Pero -por qué son diferentes? Gran parte de la respuesta se encuentra en las dimensiones culturales de cada una. Cada ciudad ofrece diferentes oportunidades de consumo cultural y constituye distintos nichos de actividades económicas culturales y creativas. En este marco, el futuro de las ciudades se encuentra, cada vez más, en la promoción de industrias creativas, en la diversificación de su oferta de consumo cultural y en su capacidad de atraer visitantes, haciendo de la cultura un instrumento de desarrollo urbano.