Hace cien años, coincidiendo con el comienzo de la Primera Guerra Mundial, tuvo lugar la inauguración del canal de Panamá, una obra emblemática de la ingeniería moderna que contribuyó a la transformación del mundo contemporáneo. Sin embargo, aunque hizo posible la unión de dos océanos, también consumó la segregación del continente en dos Américas; fue un gran logro de la ingeniería, pero también del liderazgo político, la amenaza militar, la investigación científica o la negociación financiera. La construcción del canal de Panamá es un magnífico ejemplo de la relevancia de la dimensión social para comprender adecuadamente el cambio y la innovación tecnológica.
Profesor de Filosofía de la Ciencia y la Tecnología en la Universidad de Oviedo y coordinador de la red temática CTS del programa de ciencias de la Organización de Estados Iberoamericanos, su campo de trabajo son los estudios sociales de la ciencia y la tecnología, donde ha publicado diversos libros.