John Reed, escritor revolucionario y periodista insuperable, fue testigo directo de aquellos diez días que conmovieron al mundo. Presenció cómo solo diez días bastaron para que el pueblo tomara el poder y acabara de manera real y efectiva con el Antiguo Régimen y el absolutismo. Cómo Petrogrado se transformaba en Leningrado, y cómo la Santa Rusia iniciaba su transición hasta convertirse en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Este libro, consagrado ya como un clásico incontestable de la crónica política e histórica, da cuenta vívidamente de la unión del pueblo ruso frente a la opresión y refleja ese espíritu que inspiraba aquellos primeros días de la Revolución de Octubre.
(Portland, 1887 - Moscú, 1920). Fue testigo excepcional de los acontecimientos que cambiaron el rumbo de la historia en la primera mitad del siglo xx. Acompañó a Pancho Villa durante la revolución mexicana como corresponsal de guerra y viajó a lo largo de todo el frente oriental durante la Primera Guerra Mundial. En Petrogrado (hoy San Petersburgo) presenció el II Congreso de los Sóviets de Obreros, Soldados y Campesinos de toda Rusia, que coincidió con el inicio de la Revolución de Octubre. Al regresar a Estados Unidos, fundó el Partido Comunista de Estados Unidos. Fue acusado de espionaje, se vio obligado a escapar de su país y a refugiarse en la Unión Soviética, donde murió el 17 de octubre de 1920. Le enterraron en la Necrópolis de la Muralla del Kremlin, en Moscú, junto a los más notables líderes bolcheviques.