Este libro muestra como los muiscas se volvieron indios y pobladores mayoritarios de la ciudad colonial. Trabajadores y servidoras indispensables para los conquistadores y los inmigrantes ibéricos, los sastres, carpinteros y zapateros y las criadas y cocineras indígenas de Santa Fe en el siglo XVII, aparecieron como villanos ante los ojos españoles. Jueces y alcaldes de corte investigaron sus trasgresiones , asociándolas con los momentos de ocio, convocando testigos, procesando acusados y castigándolos con rigor. Para entender la selectiva visibilidad colonial de los indígenas de la ciudad, este estudio reflexiona sobre la impronta legal en la vasta documentación disponible.