La presente obra establece una relación entre sabiduría práctica y capacidad para decidir a partir de una interlocución de la filosofía antigua en torno a la prudencia, la virtud, la elección y la incertidumbre, y las investigaciones actuales sobre toma de decisiones en la psicología, la economía conductual, el psicoanálisis y la filosofía contemporánea. Muestra que la incertidumbre es una de las marcas distintivas de la elección, y resalta la relación de complicidad que es posible tener con el azar y la responsabilidad que de allí se deriva.