Este libro enfoca, desde la práctica artística, un debate sobre los límites del intervencionismo estatal y de la presencia de contextos disciplinarios en un escenario global. Este volumen presenta una aproximación, desde diferentes contextos culturales, políticos y sociales, a la respuesta crítica que articulan diferentes artistas que trabajan en sistemas disciplinarios neoliberales, dictatoriales o socialistas. A partir de distintas disciplinas como la antropología, la filosofía, la historia del arte, la praxis artística y el activismo, se explicita cómo el arte puede transformarse en un instrumento para visibilizar ciertas problemáticas y potenciar un pensamiento crítico.