Querido amigo, querida amiga:
Nos gustaría iniciar una relación epistolar con usted sobre Europa y las instituciones que en Bruselas, Estrasburgo y otras capitales hacen funcionar un complejo político y económico que juzgamos de vital importancia para todos. Si nos tomamos la molestia de coger la pluma es con el objeto de contribuir a deshacer algunos tópicos que circulan a diario por los medios de comunicación y que se repiten en las tertulias y conversaciones de forma atolondrada. Como ocurre con los tópicos, se trata de afirmaciones sin mucho fundamento, es decir, trufadas de ignorancia cuando no de mala intención.