La migración forzada en Colombia no cesa. Para la mitad del 2008, más de tres millones y medio de colombianos abandonaron su hogar a causa de los rigores del conflicto. El flujo de población desplazada, continuo desde 1995, ha retomado vigor en 2008. Pese a la visibilidad del drama del desplazamiento, el país aún debate si esta población migró debido al conflicto y si la sociedad, representada por el Estado colombiano, debe compensarla por el proceso que padecieron. El fin de este libro es contribuir a la discusión, con un análisis económico y estadístico abordando tres temas: demostrar que la migración fue producto de la violencia, evaluar las pérdidas y discutir las políticas públicas.