Los conceptos éticos son, o pretenden ser, normativos. Nos hacen exigencias: ordenan, obligan, recomiendan o guían; al menos, cuando los invocamos, nos exigimos ciertas cosas los unos a los otros. -Pero de donde proviene la autoridad de esos conceptos sobre nosotros, o la autoridad de unas personas sobre otras? En este libro, el autor identifica cuatro concepciones de la fuente de la normatividad defendidas por algunos filósofos modernos: el voluntarismo, el realismo, el asentimiento reflexivo y la apelación a la autonomía.