-No hay aquí ningún libro-, decía en 1869 un crítico de -La educación sentimental-. Las ficciones emblemáticas de la modernidad literaria destruyen lo que constituía desde Aristóteles el principio mismo de la ficción: el encadenamiento de las acciones según la necesidad o verosimilitud. Al recusar esta estructura de racionalidad, la ficción nueva daba testimonio de un cambio radical que echaba por tierra la jerarquía de las formas de vida. A través de Flaubert, Conrad, Virginia Woolf, Keats, Baudelarie y Büchner, este libro estudia las formas de esta revolución de la escritura que es también una revolución en el pensamiento y cuestiona ciertas interpretaciones de la modernidad literaria.
(Argel, Argelia, 1940) es un destacado filósofo francés, profesor emérito en la Universidad de Saint-Denis (París VIII), que alcanzó notoriedad en la década de los sesenta por su colaboración en Para leer El capital, de Louis Althusser, de quien fue discípulo. Tras la separación de su maestro por cuestiones ideológicas, ha continuado su análisis del movimiento obrero, la emancipación y la igualdad. En castellano ha publicado, entre otras, El maestro ignorante, La fábula cinematográfica. Reflexiones sobre la ficción en el cine, El odio a la democracia y El espectador emancipado.