Desarrolla este libro una filosofía a partir de la aportación literaria y humanista de los grandes autores del Siglo de Oro español. Se forja así toda una cultura filosófica que tiene un esplendor en la maduración de los conceptos de desengaño e ingenio. El pensamiento español de la primera mitad del siglo XVII frente al racionalismo deductivo y apriorístico de la modernidad europea, se apoya en un sentimiento de sabiduría melancólica y en la reacción de la creatividad empírica desbordante de la estética y la filosofía. El desarrollo de esta cultura filosófica queda ya patente en El Quijote, sobre todo en la segunda parte de 1615.