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Salvo el nombre
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En Salvo el nombre se trata nada menos que de la salvación. Dos interlocutores conversan acerca de lo que gira alrededor del nombre, singularmente del nombre de «nombre», del nombre de Dios, y de lo que este deviene en lo que se llama «teología negativa», donde el SobreNombre nombra lo innombrable, es decir, a la vez, lo que no se puede ni se debe nombrar, definir o conocer, ante todo porque lo que entonces se sobrenombra se sustrae, sin mantenerse en ello, más allá del ser. -Qué es un SobreNombre, lo que vale más que el nombre, pero también lo que ocupa el lugar del nombre? -Y se da alguna vez para la salvación del nombre por fin Salvo.

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En Salvo el nombre se trata nada menos que de la salvación. Dos interlocutores conversan acerca de lo que gira alrededor del nombre, singularmente del nombre de «nombre», del nombre de Dios, y de lo que este deviene en lo que se llama «teología negativa», donde el SobreNombre nombra lo innombrable, es decir, a la vez, lo que no se puede ni se debe nombrar, definir o conocer, ante todo porque lo que entonces se sobrenombra se sustrae, sin mantenerse en ello, más allá del ser. -Qué es un SobreNombre, lo que vale más que el nombre, pero también lo que ocupa el lugar del nombre? -Y se da alguna vez para la salvación del nombre por fin Salvo.
  • Formato
    Impreso
  • Estado
    Nuevo
  • Peso
    0.12 kg.
  • Tamaño
    12 x 20 cm.
  • Referencia
    AMR10171
  • Colección
Jacques Derrida

Jacques Derrida

Autor

Nacido en El-Biar (Argelia) en 1930, es uno de los pensadores mayores de la escena filosófica del presente, señalada por la estrategia de la deconstrucción ligada a su nombre. Fue director de estudios de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, donde impartió seminarios hasta su fallecimiento en 2004, además de profesor visitante en diversas universidades norteamericanas. En una entrevista concedida pocos meses antes de su muerte, Derrida se despedía con estas palabras: «Somos estructuralmente supervivientes, estamos marcados por esta estructura de la huella, del testamento. Pero […] la deconstrucción está siempre del lado del sí, de la afirmación de la vida».