-El terreno estético es hoy aquel en el cual prosigue una batalla que ayer tenía por objeto las promesas de la emancipación y las ilusiones y desilusiones de la historia. Llamo reparto de lo sensible -dice Rancière- a ese sistema de evidencias sensibles que al mismo tiempo hacen visible la existencia de un común y los recortes que allí definen los lugares y las partes respectivas. Un reparto de lo sensible fija (...) un común repartido y partes exclusivas. Esta repartición (...) se funda en un reparto de espacios, de tiempos y de formas de actividad que determina la manera misma en que un común se ofrece a la participación y donde los unos y los otros tienen parte en este reparto-.
(Argel, Argelia, 1940) es un destacado filósofo francés, profesor emérito en la Universidad de Saint-Denis (París VIII), que alcanzó notoriedad en la década de los sesenta por su colaboración en Para leer El capital, de Louis Althusser, de quien fue discípulo. Tras la separación de su maestro por cuestiones ideológicas, ha continuado su análisis del movimiento obrero, la emancipación y la igualdad. En castellano ha publicado, entre otras, El maestro ignorante, La fábula cinematográfica. Reflexiones sobre la ficción en el cine, El odio a la democracia y El espectador emancipado.