Para Halík, la crisis del mundo que nos rodea, incluyendo la «crisis de la religión», son oportunidades, que nos abren caminos hacia lo más profundo. De hecho, según el autor, el relato bíblico de la cruz y la resurrección pueden entenderse como un desafío a vivenciar los fracasos y «tomar un segundo aliento», que implica pasar de una «fe superficial» a la valentía de aceptar la vida con todas sus paradojas y misterios. En este libro cuenta con reflexiones críticas sobre la sociedad y la religión en la actualidad, meditaciones filosóficas y observaciones psicológicas procedentes de su larga experiencia en el acompañamiento espiritual a personas que se enfrentan a las preguntas existenciales.