Situada su trama en el año del Plebiscito de 1988, esta novela dibuja un retrato generacional de la juventud que creció durante los años de la dictadura, aquella que se hizo mayor bajo el signo de la represión y la conformidad llamándose «hijos de Pinochet». Sobre el telón de fondo de un país marcado por el dominio del Jefe Supremo transcurre la existencia cotidiana de La Logia, un puñado de amigos que opone a la tristeza de los días que les ha tocado vivir, toda la imaginación, la esperanza y la rabia de que son capaces. -Los bigotes de Mustafá- es una novela que gana por su vitalidad y por ser un testimonio auténtico, creíble, de un trozo de la historia chilena más reciente.