Alambres y tulipanes es una interpretación de la realidad construida sobre temas de siempre, expuestos mediante la sucesión de imágenes que buscan provocar una alteración del ánimo intensa y pasajera; el hacerlo lejos del ensimismamiento personal, permite al lector volcar su experiencia vital y construir así su propia emoción. «Se aprecia nostalgia, melancolía y a veces perplejidad, pero no angustia ni desesperación. No es un poemario existencialista, sino poesía existencial que se nutre de vida, con su carga de incertidumbres y dones, fiascos e inesperados hallazgos, quimeras y decepciones. En definitiva, todo un orbe poético, con momentos de gran calado y un bello manejo del idioma. Agradezco la nitidez, que no transige con la banalidad, y la intuición, que relampaguea por los márgenes, las esquinas y el centro. Alambres y tulipanes me ha proporcionado gratos momentos de felicidad». Del prólogo de Rafael Narbona.