-Pizca de Sal es una reflexión heterodoxa, dolorida, lúdica, sobre el amor. -No amarás en falso- es el precepto al que han de remitir los demás mandamientos que la autora se impone para seguir viviendo, aunque se sienta demasiadas veces como -el ramo que abandona el viento en el umbral- (por emplear una expresión de Alejandra Pizarnik). Sin embargo, es posible, y hasta aconsejable (lo escribió Borges: -Es el amor. Debo ocultarme o huir-), infringir de vez en cuando esa ley primordial para preguntarse con ella: --Por qué yo nunca llego a Roma si todos los caminos llevan al amor?-. Quebrantar una norma es un modo sutil de concederle importancia…- Luis Alberto Cuenca, Presentación.