Este libro reúne por primera vez la obra poética completa de Clarisse Nicoïdski, una de las escritoras más delicadas y secretas del siglo XX. Su obra está escrita en sefardí, el antiguo español que hablaban y conservaron los judíos al momento de su expulsión de España. Los poemas de Nicoïdski son una parte de la oscura raíz de donde nace nuestro idioma, a veces dulce, a veces amarga; son la memoria de lo que pudo ser, de lo que fue arrojado al exilio o a la hoguera. Una lengua calcinada donde aún arde un invisible fuego; un paréntesis en la historia; un temblor del tiempo. El sefardí, a pesar de lo que dicen lingüistas y críticos, no está muerto.