Libro impreso Tao fragmentos del viejo camino chino del maestro Laozi

Akiara Books

Manel Ollé
Neus Caamaño

Año de edición 2017
Referencia AKI10004
USD $ 19,92
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Cantidad

-Cómo podemos introducir a los niños en la filosofía del taoísmo? A través de fragmentos seleccionados del Libro del Tao que hablan sobre ríos, casas, vasos o árboles, descubrirán que el sabio no siempre es el más fuerte y poderoso, sino un barquero que sabe aprovechar las corrientes del río, alguien blando y flexible como un bambú, que hace sin hacer y enseña sin querer, que avanza sin seguir caminos ni huellas y no se pierde nunca.
Estado
Nuevo
Isbn
978-84-15518-79-2
Peso
0.45 kg.
Código de barras
9788415518792
Formato
28 x 25 cm
Número de páginas
36
Año de edición
2017
Edición
1
Encuadernación
Lujo
Tipo
Impreso
Colección
Pequeña fragmenta
Manel Ollé

Manel Ollé

Autor

Nació en Barcelona en el año 1962. Ha escrito sobre libros en algunos periódicos y revistas y también he publicado unos cuantos libros de poesía.

Empezó a interesarse por las cosas chinas, en parte, por un libro de poesías chinas antiguas (donde había una sobre la emoción de un músico que pone el laúd sobre la mesa y siente como el viento hace sonar las cuerdas, y la música se hace sola). También se interesó por el Libro del Tao por casualidad: al salir de un concierto de música cubana un amigo le dijo que estaba estudiando chino en la Escuela de Idiomas y que el profesor Ding enseñaba muy bien. Y una vez se puso con ello, ya no supo parar.

Así que, aunque había estudiado literatura catalana, ahora da clases de historia y cultura chinas en la universidad, ha traducido algún libro del chino al catalán e investigo sobre los piratas y los mercaderes de la dinastía Ming. También practica las artes marciales suaves del taichí o el tui-shou.

Neus Caamaño

Neus Caamaño

Autor

Nació en el año 1984 en un pueblo muy pequeño que se llama Terradelles. Desde allí, si va hacia el oeste, se encuentra el lago de Bañolas y su monstruo; y si va hacia el este, el Montgrí y las islas Medas. Como a muchos niños y niñas, una de las cosas que más le gustaba hacer era dibujar. Leer, también. Siguen siendo dos de sus pasiones actuales, que compagina, siempre que puede, con pasear por las calles de Sevilla, donde vive.

Ha crecido rodeada de lápices, papeles, tijeras, pinturas, pinceles. Su madre le ha enseñado gran parte de las cosas que sabe, y piensa que, a lo mejor, fue ella la razón por la que se matriculó en bellas artes, en Barcelona, donde volvió a dibujar durante horas y horas, días y días, casi siempre con carboncillo y tinta china, que le dejaban las manos negras. Pasados cinco años descubrió el mundo de la ilustración, que le fascinó inmediatamente. De lo que más disfruta es del álbum ilustrado: pensar, buscar, probar ideas e imágenes, cortar y pegar, borrar y empezar de nuevo.