De uno a otro extremo del mundo occidental y desde mucho antes de esa Antigüedad que nombramos clásica, siempre ha habido hombres lobo. Sobrevivieron al exterminio sistemático al que, en muchos países europeos, fueron sometidos los lobos, y también a los múltiples fuegos de la Inquisición. Se los ha visto merodear incluso en aquellas latitudes donde el lobo nunca ha existido. Son una idea monstruosa, son el fruto de la imaginación, del miedo, de la noche y la ignorancia. Su realidad se apoya en una enorme variedad de ideas curiosas y, en más de una ocasión, absolutamente descabellad.
Es poeta, ensayista, traductor y periodista cultural. En 2009, junto con Julia Benseñor, creó el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires. Es autor de los siguientes libros: Elegías (1983), Imperio de la luna (1987), Standards (1993), Los últimos tres años (2007). En 2013 editó The Spaces Between, antología traducida al inglés por Richard Gwyn.