Basándose en un episodio histórico —el único intento de insurrección armada de los esclavos negros del sur de los Estados Unidos anterior a la guerra de Secesión— y en un caso real del que apenas existía documentación, a través del relato de los sucesos puntuales y la confesión del propio esclavo-asesino, William Styron construye una de las mejores novelas norteamericanas de los últimos años. No es solo una obra maestra de la literatura, sino que revela en términos humanos e inolvidables la esencia agónica de la esclavitud: las traiciones, crueldades y humillaciones que la componían y que todavía perduran en la psique colectiva de los afroamericanos.