Cuestiones tales como la divergencia y los conflictos sociales, la criminalidad, el derecho penal, las reacciones policiales y, de modo especial, el funcionamiento de la prisión como institución coercitiva del control penal, son abordadas de manera sistemática y crítica. En un contexto como el latinoamericano, signado por las desigualdades y las exclusiones, donde tirios y troyanos han recurrido a la violencia con frecuencia constante y desmesurada, las prácticas sociales definidas como criminales y la operación de las instituciones de control penal ocupan un lugar primordial por su impacto cuantitativo y cualitativo en el desarrollo de una democracia social.