Este estudio pretende llenar la laguna existente en el campo de la paleografía y, sobre todo, avivar el interés por esta materia entre los interesados por los estudios clásicos y por la escritura del griego antiguo. El libro es altamente visual y las 62 secciones que lo integran van acompañadas en todo momento de ilustraciones —muchas de ellas a todo color— que ejemplifican lo allí explicado. En definitiva, se trata de un manual ilustrado que permitirá al lector seguir la evolución de la escritura griega a lo largo de su historia (desde el siglo IV a.C. hasta el año 1600), siendo también una guía para adentrarse en la lectura de los textos clásicos griegos en su soporte original.