A comienzos del siglo XX, el arte y sus instituciones fueron sometidos a la crítica de un nuevo espíritu democrático e igualitario. En términos de Groys, esto sentó las bases para el desarrollo de un “realismo directo”: un arte sin producto, que no produce objetos sino prácticas destinadas a no sobrevivir. Con ello, se cumple uno de los objetivos más radicales de las vanguardias: el arte abandona sus privilegios, y se entrega a la corriente del tiempo, a la disolución que pesa sobre el flujo de todas las fuerzas materiales. En continuidad con la reflexión en "Volverse público", Groys examina en estos ensayos con sutileza la intensificación de estos procesos en el contexto actual.
(Berlín, 1947) es filósofo, crítico de arte y teórico de los medios, internacionalmente reconocido por sus investigaciones sobre el arte de vanguardia del siglo XX y los medios de comunicación contemporáneos. Estudió filosofía y matemáticas en la Universidad de Leningrado. Miembro activo de los círculos no oficiales de intelectuales y artistas de Moscú y Leningrado bajo el régimen soviético, emigró en 1981 a Alemania, donde se doctoró en filosofía en la Universidad de Münster. Desde entonces, desarrolló una intensa vida académica en la Escuela Superior de Diseño de Karlsruhe, la Academia de Bellas Artes de Viena y las universidades de Filadelfia, Pensilvania y Nueva York, entre otras. A la par de su trabajo académico, Groys es un destacado curador de arte.