-Mi primer viaje a Chile se remonta a 1998. Entonces yo fotografiaba puertos por todo el mundo. Esa primavera puse el ancla en Valparaíso. Me quedé quince días en esa ciudad -suspendida en las colinas-, según las palabras de Pablo Neruda, que Sergio Larraín inomrtalizó en los años 50 y 60. Pero por un extraño azar, fue solo regresando a París, algunas semanas más tarde, que descubrí su obra. La Fnac Montparnasse exponía las fotografías que él había tomado en Londres el invierno de 1958-1959. Jamás había visto fotos parecidas: melancólicas, inclinadas, en desequilibrio permanente, oscilantes entre la vigilia y la sospecha, entre la oscuridad y la sombra-. Philippe Séclier