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Se vale ser frágil

Se vale ser frágil

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Entiendo que diariamente cometemos violencia hacia nosotros mismos, vamos matando poco a poco nuestra esencia al ceder a las pretensiones externas de ser como deberíamos ser o al como se espera que seamos. De esta forma abandonamos, marginamos, callamos y descuidamos ese ser que sí necesita nuestra atención: nosotros mismos. Seguramente, responder a esas necesidades nos haga colapsar con las pretendidas expectativas ajenas, y podemos caer en la adaptación emocional y disfrazarnos de un falso yo. Lo único que puedo asegurar es que si mantengo por mucho tiempo esa adaptabilidad y fórceps emocional, terminaré queriendo quitarme la vida, porque es una vida que no me queda bien, que me genera angustia. Parece que en la vida tenemos eternas deudas que nos imponen o nos imponemos y dejamos todo, literalmente todo, para pagarlas. Yo no es necesario. Es tiempo de recuperar nuestra vitalidad, nuestro tiempo, nuestras emociones y el sentido de nuestras vidas; no allá afuera y en los demás, sino es uno mismo, es la esencia de la cual fuimos creados. No es fácil la tarea, pero es necesario comenzarla. de otra manera, seguiremos la vida de otros. Las palabras, historias y reflexiones de este libro están dedicadas a quienes desean permitirse-y permitir a otros- ser frágiles, porque se vale. Tengo miedo. Tengo vergüenza. Tengo culpa. Tengo desilusiones. Tengo bronca. Tengo ansiedad. Tengo tristeza. Tengo hambre. Tengo sed. Tengo frío. Tengo dolor. Tengo sueño. Tengo odio. Tengo amor. Tengo fe. Tengo esperanza. Tengo aburrimiento. Tengo cansancio. Tengo lástima. Tengo indiferencia. Tengo apatía. Tengo empatía. Tengo calor. Tengo picazón. Tengo ganas. Tengo ganas de vivir. Tengo ganas de morir. Tengo algo de amor. Tengo necesidad de que me amen. Tengo mugre. Tengo que bañarme. Tengo bondad. Tengo maldad. Tengo más amor. Tengo más ganas de que me amen. Tengo seguridad. Tengo ilusión. Tengo enojo. Tengo ganas de tirar todo por la ventana. Tengo ganas de ir a buscar lo que tiré. Tengo salud. Tengo gripe. Tengo odio. Tengo tiempo. Tengo soledad (o ella me tiene). Tengo lágrimas. Tengo gritos en el bolsillo de mi alma. Tengo humor. Tengo malhumor. Tengo terror. Tengo dinero. Tengo deudas. Tengo proyectos. Tengo una familia. Tengo una nueva camisa. Tengo que tirar la basura. Tengo desconcierto. Tengo energía. Tengo la piel erizada. Tengo cosas a las que no sé ponerles nombre. Tengo fragilidad (de eso estoy seguro). Tengo ganas de pensar. Tengo ganas de mirar a la nada. Tengo dinero. Tengo deudas. Tengo un bolsillo vacío. Tengo otro roto. Tengo sucios mis pantalones preferidos. Tengo que lavar. Tengo que lavarme de mis broncas. Tengo que secar mis lágrimas. Tengo nuevas lágrimas. Tengo que decir que no. Tengo que saber decir que no.


Entiendo que diariamente cometemos violencia hacia nosotros mismos, vamos matando poco a poco nuestra esencia al ceder a las pretensiones externas de ser como deberíamos ser o al como se espera que seamos. De esta forma abandonamos, marginamos, callamos y descuidamos ese ser que sí necesita nuestra atención: nosotros mismos. Seguramente, responder a esas necesidades nos haga colapsar con las pretendidas expectativas ajenas, y podemos caer en la adaptación emocional y disfrazarnos de un falso yo. Lo único que puedo asegurar es que si mantengo por mucho tiempo esa adaptabilidad y fórceps emocional, terminaré queriendo quitarme la vida, porque es una vida que no me queda bien, que me genera angustia. Parece que en la vida tenemos eternas deudas que nos imponen o nos imponemos y dejamos todo, literalmente todo, para pagarlas. Yo no es necesario. Es tiempo de recuperar nuestra vitalidad, nuestro tiempo, nuestras emociones y el sentido de nuestras vidas; no allá afuera y en los demás, sino es uno mismo, es la esencia de la cual fuimos creados. No es fácil la tarea, pero es necesario comenzarla. de otra manera, seguiremos la vida de otros. Las palabras, historias y reflexiones de este libro están dedicadas a quienes desean permitirse-y permitir a otros- ser frágiles, porque se vale. Tengo miedo. Tengo vergüenza. Tengo culpa. Tengo desilusiones. Tengo bronca. Tengo ansiedad. Tengo tristeza. Tengo hambre. Tengo sed. Tengo frío. Tengo dolor. Tengo sueño. Tengo odio. Tengo amor. Tengo fe. Tengo esperanza. Tengo aburrimiento. Tengo cansancio. Tengo lástima. Tengo indiferencia. Tengo apatía. Tengo empatía. Tengo calor. Tengo picazón. Tengo ganas. Tengo ganas de vivir. Tengo ganas de morir. Tengo algo de amor. Tengo necesidad de que me amen. Tengo mugre. Tengo que bañarme. Tengo bondad. Tengo maldad. Tengo más amor. Tengo más ganas de que me amen. Tengo seguridad. Tengo ilusión. Tengo enojo. Tengo ganas de tirar todo por la ventana. Tengo ganas de ir a buscar lo que tiré. Tengo salud. Tengo gripe. Tengo odio. Tengo tiempo. Tengo soledad (o ella me tiene). Tengo lágrimas. Tengo gritos en el bolsillo de mi alma. Tengo humor. Tengo malhumor. Tengo terror. Tengo dinero. Tengo deudas. Tengo proyectos. Tengo una familia. Tengo una nueva camisa. Tengo que tirar la basura. Tengo desconcierto. Tengo energía. Tengo la piel erizada. Tengo cosas a las que no sé ponerles nombre. Tengo fragilidad (de eso estoy seguro). Tengo ganas de pensar. Tengo ganas de mirar a la nada. Tengo dinero. Tengo deudas. Tengo un bolsillo vacío. Tengo otro roto. Tengo sucios mis pantalones preferidos. Tengo que lavar. Tengo que lavarme de mis broncas. Tengo que secar mis lágrimas. Tengo nuevas lágrimas. Tengo que decir que no. Tengo que saber decir que no.
  • Formato
    Ebook
  • Estado
    Nuevo
  • Isbn
    9788415404798
  • Peso
    8.8 MB
  • Número de páginas
    242
  • Idioma
    Español
  • Formato
    EPUB
  • Protección
    DRM
  • Referencia
    BKW22984