- Oferta
- Impreso
COP $ 78.000
COP $ 51.000
35% de descuento
En algunas circunstancias se ha llegado a pensar que la única forma de defender el Estado constitucional es introduciendo medidas excepcionales para situaciones de emergencia y así garantizar su continuidad, limitando el ejercicio de las libertades para defender un bien superior: la propia supervivencia de la sociedad. Mas cuando se acude a esos procedimientos, cuando se recurre en caso de necesidad, por ejemplo, a un llamado -Derecho penal del enemigo-, lo que se está resintiendo es el mundo jurídico en su conjunto, y quizás una vida así, con el mero mantenimiento de las Constituciones, pero privadas de su sentido originario, no merece ser salvada.
En algunas circunstancias se ha llegado a pensar que la única forma de defender el Estado constitucional es introduciendo medidas excepcionales para situaciones de emergencia y así garantizar su continuidad, limitando el ejercicio de las libertades para defender un bien superior: la propia supervivencia de la sociedad. Mas cuando se acude a esos procedimientos, cuando se recurre en caso de necesidad, por ejemplo, a un llamado -Derecho penal del enemigo-, lo que se está resintiendo es el mundo jurídico en su conjunto, y quizás una vida así, con el mero mantenimiento de las Constituciones, pero privadas de su sentido originario, no merece ser salvada.
-
FormatoImpreso
-
EstadoNuevo
-
Isbn978-84-9031-755-6
-
Peso0.10 kg.
-
Tamaño10 x 15 cm.
-
Número de páginas156
-
Año de edición2013
-
Edición1
-
EncuadernaciónRústica
-
ReferenciaDYK10645
-
Colección
-
Código de barras9788490317556