La obra analiza la conquista y colonización de México como un proceso epistemológico. Incorpora la historia intelectual del complejo intercambio de conocimiento entre las civilizaciones de Occidente y Mesoamérica a la historia de los inicios de la ciencia moderna. La obtención del vasto conocimiento indígena de la naturaleza americana fue un antecedente fundamental para la transformación de la -historia natural- en -ciencia natural-. Las prácticas empíricas y retóricas de los etnógrafos y naturalistas iberoamericanos, parte de los -studia humanitatis- renacentistas, anticiparon desde América la nueva ciencia, primero teorizada por Francis Bacon a inicios del siglo XVII.