La inexistencia de un Estado-nación condicionó, en el país que desde 1886 se llamó República de Colombia, la debilidad de los símbolos que pretendían asumir su representación general. Pudo existir por más de un siglo sin un mapa-logo, enarbolar la misma bandera de Catalina de Rusia, tener un escudo con el atributo y el lema más contradictorios y recurrir al Sagrado Corazón como ícono unificador. Que el oro de los indígenas se fundiera para formar lingotes hasta 1940, que no se requiriera de colecciones e instituciones que correspondieran a alguna clase de necesidades sociales para el desarrrollo de una memoria nacional y que acabaran de derrumbarse los clásicos de su literatura.
Es profesor Emeritus de la Freie Universität Berlín, donde se desempeñó como profesor y usbdirector del Instituto Central de Estudios Latinoamericanos. Se doctoró en la Universidad de Leipzig en 1965 y recibió en 2002 el título de Doctor Honoris Causa de la misma universidad. Ha sido investigador y profesor invitado de las universidades de Harvard y Stanford. Ha dirigido proyectos de investigación y realizado estancias investigativas y de docencia patrocinados por las fundaciones Volkswagen, Tritz Thyssen, Johann Gottfried Herder y el Servicio Alemán para el Intercambio Científico (DAAD). Además ha participado en actividades investigativas apoyadas por la Paul Getty Foundation. Actualmente se desempeña, en Colombia, como profesor invitado del Programa Herder del Servicio Alemán para el Intercambio Científico (DAAD).