El libro revisa la influencia que el concepto de desarrollo aplicado a las agendas de la cooperación internacional ha tenido en las formas de vida de los pueblos del mundo, en un sistema internacional marcado por las desigualdades. Estudia también la cooperación Sur-Sur como eje articulador de proyectos políticos que persiguen tanto el desarrollo como un mejor posicionamiento de sus actores en el sistema internacional. Por último, destaca las particularidades de la cooperación Sur-Sur y explica cómo, tras seis décadas de experiencias, ha pasado a consolidarse como una modalidad de cooperación que permite reconfigurar el sistema internacional de cooperación para el desarrollo.