Este es un estudio del temprano programa iconográfico de la iglesia de la Compañía de Jesús en Quito, el cual fue ejecutado, muy probablemente, en la segunda mitad del siglo XVII, en diálogo con el proyecto misionero de los jesuitas en la Amazonia, territorio fronterizo que invita a una reflexión sobre la necesidad de mirar lo local en un contexto comparativo amplio.