En la Colombia del siglo XIX, se llevó a cabo uno de los más intensos debates ideológicos en torno a la incorporación de la psicología experimental como elemento republicano para orientar la formación espiritual de la nación. La iniciativa del liberalismo político de importar la psicología moderna y su visión secular de la conciencia humana despertó la irritación del conservatismo y la Iglesia, que abogaron por mantener la tradición católica del alma cristiana como fundamento de cualquier consideración sobre la vida psíquica. Este libro relata la forma en que el país católico se dio a la tarea de cristianizar las ideas científicas.