Para que haya un verdadero periodismo que busque la verdad, el bien y la libertad, la justicia y la paz, es necesario liberarse de los prejuicios modernistas y volver la mirada a la tradición cultural humanista cristiana, a la sabiduría realista, a la creatividad esperanzadora, a la doctrina social de la Iglesia y al sentido personalista para configurar un nuevo paradigma informativo.
Y esto es lo que hace en este libro el autor, quien, siguiendo una sugerencia de Joseph Ratzinger, ha querido denominar su revolucionaria propuesta como Infoética.