Juan del Castillo fue una de las principales figuras de la pintura sevillana de la primera mitad del siglo XVII, período en el que realizó una copiosa labor creativa dotada de una inconfundible impronta artística. Sin embargo, durante mucho tiempo, la relevancia de Juan del Castillo en el contexto de la pintura sevillana fue cifrada, básicamente, en dos circunstancias: en su papel de maestro de Bartolomé Esteban Murillo y su estrecha amistad y vínculo profesional con Alonso Cano. Esta primera monografía sobre Juan del Castillo actualiza lo que conocemos sobre el artista y aporta datos documentales inéditos sobre sus circunstancias biográficas y profesionales.