"Tres años después del desalojo, un grupo de exhabitantes de la L, acompañados de varios investigadores, volvieron a su antiguo hogar para construir un herbario con las plantas que nacieron en las ruinas del Bronx, en un ejercicio de creación y memoria. Su recolección se llevó a cabo de la mano de las yerbateras de la plaza Samper Mendoza y de la jefa de Enfermería del antiguo Hospital San Juan de Dios, quienes, tras largos años curando y trabajando con plantas, brindaron su conocimiento botánico para clasificar y determinar los usos tradicionales, y darnos a conocer las propiedades de la vegetación ruderal de la antigua calle del Bronx."