La puntuación, se sabe, tiene una larga historia, desde los libros de cuentas de los escribas del Antiguo Egipto hasta los recientes -smileys-. Prestando gran atención al arte de puntuar en sus formas clásicas o contemporáneas, este libro quisiera no obstante abrir un campo más vasto: el de la estigmatología (del griego stigmê: -punto-), la cual analiza los efectos puntuantes dondequiera que aparezcan. Para describir estos efectos puntuantes se intenta finalmente construir –con Hegel, Nietzsche y algunos otros– un concepto de puntuación atento al ritmo y a la pulsación del fraseo, así como a los alcances políticos inherentes a toda fuerza de punto.